Pepe Carracao
Recuerdo a mis hermanas, algunas de Angelita, (Afriquita, Mariluz), yo… alrededor de Pascual, en la cocina de su casa (él sentado en su banco de zapatero) y todos cantando Villancicos, ensayando para la Navidad.
Pascual, padre de Estebi, en el patio, que era común, preparaba los pellejos de conejo, para autofabricarse los bombos, que tan magistralmente tocaba en la Navidad.
Lo que dice Manolito Señor, es cierto, los pestiños y roscos, que hacían nuestras madres, se intercambiaban, entre las vecinas. Todos probábamos los de todos. Las puertas de nuestras casas siempre permanecían abiertas, pero especialmente en la Nochebuena, el trasiego de vecinos de unas casas a otras era muy singular.
Creo que «los Carracao» y «los Primis«, éramos especialmente cardeosos, sin olvidar a Antonio Porras (padre) y a los Moza.