Amador Guzmán
Repasando lo escrito sobre el padre Béjar, siempre he querido hacer memoria histórica sobre un campamento que hicimos los de Acción Católica (años 1959 o más bien 1960) en San Antonio, en unas tiendas de campaña en el patio del chalet del Comandante General, que entonces lo tenía de residencia de verano, pero nos lo dejaron e íbamos a comer al comedor del interior de la fortaleza. Sólo recuerdo pocos detalles:
1º La comida era cuartelera; yo siempre he tenido buen estómago pero se me atragantaban unas especies de filetes rusos (hoy hamburguesas) que tenían un olor rarísimo. Pero como siempre he dicho que hay que comer lo que te pongan, porque no se sabes lo que puede pasar… pues acabé acostumbrándome y «safi«, solucionado.
2º En el «fuego de campamento» escenificábamos chistes. A mí me tocó uno que consistía en que era un catetillo al que preguntan como me llamaba y yo decía que estaba en la Salve: se repasaba toda la oración y al llegar al punto donde se dice «.. Y nació» yo saltaba:»Eso, ahí está… Inacio (por Ignacio)
3º Lo que por llevaba un poco mal era la diana, musical; pero después la alegría de las actividades, el sentirme útil era muy grande.
Siento no acordarme de quién estaba en el campamento. Uno, sí: Juanlu Caballero. Yo creo que se llamaba así. Recuerdo su físico, muy característico: moreno, con gafas algo gruesas y con las dos paletillas (de sus dientes) algo salientes y grandes; pero gran compañero y chistoso.
Crónicas de Villajovita 